Los mapamundis, una ventana a nuestra historia grabada en piel.

El hombre es el caminante incansable, el que sintió desde sus inicios la necesidad de conocer su entorno, explorarlo, ampliar sus horizontes y plasmarlos para generaciones venideras. Primero en la Prehistoria como medio para asegurar su supervivencia, esquematizando en las rocas referencias espaciales donde establecer áreas de caza. Después distintas y remotas civilizaciones como la babilónica, la egipcia o las precolombinas, lo hicieron en telas, pieles o papiros con representaciones más complejas de lugares a veces existentes sólo en su imaginario. Más tarde, los mapas se convertirían en guías de rutas comerciales o indicaciones de nuevos lugares que dominar.

Siempre ir más allá de lo conocido, transformando la idea hercúlea del “Non terrae plus ultra” (no hay tierra más allá) por la búsqueda de caminos incluso en las estrellas.

Pero el origen de la cartografía, tal como la entendemos hoy, la tenemos en la Grecia Antigua, donde se utiliza un método más científico y que representaba ya una Tierra esférica, más realista, que incluso en el quedó dividida en meridianos. Figuras como Ptolomeo son referentes de la cartografía posterior.

Entendemos que los mapamundis fueron no sólo un arte, sino un testigo innegable de la evolución humana y de su cosmovisión. En los mapamundis no sólo se reflejaba el mundo conocido y sus accidentes geográficos, sino figuras alegóricas, constelaciones, dioses y seres fantásticos. Al fin y al cabo, la búsqueda de la propia existencia humana y la representación entre la luz (el mundo conocido) y las tinieblas (el mundo desconocido). 

Por eso consideramos hermoso ir “descubriendo” nuestro Mundo a través de la historia de la cartografía, ver como van reflejándose nuevos países, nuevos continentes gracias a los mapas realizados por los navegantes hace siglos.

Entre los que hemos reproducido en nuestro taller tenemos el mapamundi de Jan Baptista Vrients que señala por primera vez Corea en 1596. Quisimos enriquecer este mapa de hace cinco siglos con monumentos emblemáticos que en la historia el hombre ha ido creando posteriormente.

También reproducimos el “Atlas” que Kaerius, cartógrafo del siglo XVII, toma del llamado “Teatro del Mundo”, una compilación de 53 mapas creada por  Ortelius en la que ordena todos los mapas hasta ahora realizados por diversos cartógrafos y navegantes.

Captar la belleza de la Tierra en la que vivimos a través de los ojos de los primeros cartógrafos ha sido para nosotros un hermoso trabajo. Reposteros, joyeros, cubiertas de cuadernos y una colección completa de bolsos han sido inspirados por la búsqueda incesante de la humanidad de nuevos inicios y nuevos caminos...